
Un niño troceó papel de colores para hacer casitas y las pegó en fila, formando una calle. Luego recortó árboles y los colocó en el borde de la calle. Las copas ocultaron gran parte de las casas, y completó su expresión plástica con la verbal, diciendo: "los árboles son muy grandes y tapan las casas".
La subjetividad de las creaciones infantiles es tal,que resulta conveniente insistir en que hay que tomarlas siempre en serio y respetarlas; jamás se debe hacer un comentario burlón o risueño acerca de ellas. Los pequeños, confiados en el amor y la comprensión que suponen en los adultos, muestran sus sentimientos al desnudo. Una actitud equivocada por parte de las personas mayores puede acarrear serios problemas.
El adulto que no siente interés ante las creaciones infantiles, es preferible que se abstenga de hacer comentarios, pues los niños intuyen la falta de sinceridad en las alabanzas, que resultan tan negativas como las burlas.
Hay algo que todos podemos hacer, aunque no dominemos el tema: alentar siempre a los niños para que se expresen libremente, y respetar sus trabajos.
La subjetividad de las creaciones infantiles es tal,que resulta conveniente insistir en que hay que tomarlas siempre en serio y respetarlas; jamás se debe hacer un comentario burlón o risueño acerca de ellas. Los pequeños, confiados en el amor y la comprensión que suponen en los adultos, muestran sus sentimientos al desnudo. Una actitud equivocada por parte de las personas mayores puede acarrear serios problemas.
El adulto que no siente interés ante las creaciones infantiles, es preferible que se abstenga de hacer comentarios, pues los niños intuyen la falta de sinceridad en las alabanzas, que resultan tan negativas como las burlas.
Hay algo que todos podemos hacer, aunque no dominemos el tema: alentar siempre a los niños para que se expresen libremente, y respetar sus trabajos.
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